El escritor contemporaneo (la mayoría, la generalización es mala) es una criatura (o creatura según su origen) que debe ser despreciada (o por lo menos ser ignorada). Un ser que crea mundos de colores y sabores, que se queja, que quiere manipular con sus escritos y dejar una duda, parecer sapiente frente a los demás, para vomitar o defecar. El escritor busca ser Dios (o por lo menos un fabricante de casas) y determinar acciones y no-acciones . Es un estratega que juega a darle el final que (él) prefiere y guía a sus maquetas escritas en un papel. Él dice lo que quiere decir, el habla lo que quiere hablar. Él quema, mata, da vida, renace, casi cómo un empresario dueño de una transnacional, solo que sin tanto recorte de personal (pero tampoco hay sindicatos de personajes/letras, así que mejor por él).
Si él dice "el cielo esta azul", no tengas duda que el cielo será azul, porque además de todo el escritor impone, ya que en su mundo imaginario, donde ÉL es Dios, no puedes dar cabida a que el cielo este nublado, eso sería atentar contra su entidad creadora y un asesinato al cielo mismo, cómo un juguete prefabricado que un iluso arma sin instrucciones, ya deja de tener pies y cabeza, si es que alguna vez los poseyo, quien sabe?
Buscan el mar en vasos de agua y nos maravillan con los azules bordes del vaso a los que llaman playas, así como del amor que jamás han sentido pero dicen que arde mucho (quizas parecido a un carbón de alguno de sus asados bohemios) aunque sólo se aman a si mismos. Llegan a ser nocivos con sus escritos de sueños inconclusos, de pasiones pérdidas o de quejas y quejas por la especie humana tan terrible (a la que ellos pertenecen pos claro).
Además algunos son selectivos en su audiencia y escriben con códigos sus escritos, si bien la literatura es para todos, ellos la hacen para CASI todos, por esto llegan a usar recursos alternativos y modernos, o antiquisimos y clásicos, palabras intrincadas en versos despampanantes y pomposos, o una simpleza escrita cómo un intrincado laberinto. Es así que la dulce campana dorada (con el uso de recursos lingüisticos apropiados) se convierte en la maravillosa y sonora alma de Apolo, encerrada en un amarillezco y brillante empaque lleno de ludicas melodias que alegran mis banales tardes. Muchas palabras para nada. Pero hay otros que destruyen el lenguaje, con tal de simplificar al punto de hacer ilegibles sus textos. Y cómo no notarlo si un "hola, un gusto verlos", se transforma en un "0l4 lOkItOzzzz". Pocas palabras para nada.
Escritores que deben ser vetados, escritores que atentan contra nuestra imaginación. Culpables de hacer nuestros sus sueños, culpables de hacernos anhelar sus anhelos, culpables de hacernos repetir sus palabras. Muerte a los escritores de vanguardia, muerte a los que plantan falsos sueños, muerte a quienes elevan su ego con sus textos, muerte a quenes nos atormentan con su descontento y rabia, olvidemoslos, si, olvidemoslos.
Que vuelvan las realidades ficticias, que vuelvan las fantasias veridicas, que vuelvan los escritores que son de todo menos serios, que nos den cábida a duda, que jueguen a hacernos sentir nuestros propios colores en sus textos.
Reflejen parte de si en sus textos, pero dejenle parte al lector, la carne masticada por alguién más es asquerosa y llena de saliva ajena y bacterias bucales que suelen causar ginjivitis en los peores casos. Compartan sus corazones, más no sus almas. Compartan sus experiencias, más no las imnpongan (cómo mi poco estimado señor Coehlo). No adoctrinen, enseñen. Consigan que los elementos se mezclen con el alma, vida, dicha, vacío, muerte y tristeza en un paquete de bolsillo (o mochila o bolso o bolsa o internes o cualquier cosa en la que se pueda llevar) que cause en el lector las emociones que quieren dejar, mas no el reflejho de sus almas ya gastadas. Antes de que sea tarde, ya que hay muchas cosas que matan al hombre, pero la egolatría, matará la literatura, que finalmente (gracias a varios) ...pasara de moda...
viernes, 22 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
los escritores son una raza de extraña apariencia, pero en el fondo, igual de humanos que los demas mortales... Puede ser que además esa extraña apariencia los influencie demasiado, y al verse ellos mismo al espejo, vean verdadera mente un ser con poderes extraordinarios, con capacidades fantasticas, que nada ni nadie puede verncer ni menos refutar...
Nunca te has sentido asi?
Nunca has creido pertenecer a esa diferente raza con un Don privilegiado?
me gusta tu blog... Saludos^^
Publicar un comentario