Entro Lucy, a quién nunca la habían oido hablar, salir corriendo de su casa llena de dicha, saltando y gritando de felicidad. Corrió hasta la plaza principal donde comenzó agritar a toda voz.
-Soy normal! Soy normal! Por fin soy normal!
Por lo que un hombre de aspecto extranjero se le acerca y le pregunta.
-Y por qué tu dicha del hecho de ser normal que a nadie le causa gracia y donde todos buscan ser diferentes?
A lo que ella contesta.
-Porque he encontrado aquello que me hacía distinta, y ahora tengo eso, eso que tienen todos, hasta los que buscan ser diferentes. Ahora soy normal!
Pero el sigue con duda y le pregunta.
-Entonces que es aquello que encontraste.
Ella lo mira de reojo y con una sonrisa responde.
-Señor, que acaso no entiende, mi padre me ha violado!
El hombre no sabe que contestar, ¿Acaso en ese pueblo el violar es normal?. Lucy nota su desconcierto y amablemente le responde.
-No es el hecho de haber sido violada el que me hace feliz, si no el hecho de que como todos...por fin tengo algo de que salir. En otras palabras señor: Por fin tengo mi propio trauma y ahora debo superarlo.
El hombre la mira un rato hasta que ella se marcha. Él, aún sorprendido se va pensando que que loca estaba aquella niña y que raro era aquel pueblo. Después de un rato, ya lejos de ese lugar se sienta a pensar que cual es su trauma, ya que el también teme llegar a ser distinto.
viernes, 22 de febrero de 2008
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