martes, 29 de enero de 2008
Erase una vez...
Erase una vez un hombre que escribía. Erase una vez una vez una masa sin nombre y sin forma. Erase una vez un lápiz, un lápiz que decidio darle forma a esa masa, que decidio darle el original nombre de "mundo". Erase una vez agua, agua que lleno a medias ese "mundo", después de todo, ese mundo necesitaba de esa agua, tenía sed. Erase una vez un mundo con agua y tierra deforme, pero era aburrido, así que le creció pelo, él decidio llamarle plantas al pelo (él se caracterizaba por su originalidad). Erase una vez un verde-azuloso mundo desierto. Erase una vez un trazo y otro que crearon a muchas criaturas que (literalmente) plagaron esa tierra, esas plantas y esas aguas. Erase una vez un mundo con agua, tierra, planta y seres vivientes, era linda, pero era aburrida. Erase una vez un monton de edificios, calles, plazas y construcciones que surgieron del suelo en varios sectores de esa tierra, en islas y en lugares que pudiesen sostenerse. Erase una vez un mundo con tierra, agua, plantas, seres vivientes y ciudades vacías, era más magnanimo que el anterior, pero seguía siendo poco interesante. Erase una vez un hombre. Erase una vez una mujer. Erase una vez muchos hombres y muchas mujeres que poblaron las ciudades. Erase una vez un mundo con tierra, agua, plantas, seres vivientes y ciudades repletas de muchos hombres y mujeres todos iguales que hacían las mismas cosas, comían lo mismo, iban donde mismo y tenían vicios. Erase una vez un hombre en especial. Erase una vez una mujer en especial. Erase una vez un hombre y una mujer especial, que fueron bautizados cómo personajes. Erase una vez un mundo con tierra, agua, plantas, seres vivientes, ciudades repletas de muchos hombres y mujeres y dos personajes, que decidieron recorrer el "mundo" y que conocieron otros personajes, ellos al parecer no eran los únicos. Erase una vez una aventura. Erase una vez un misterio. Erase una vez un drama. Erase una vez una historia que contar. Erase una vez un mundo imaginario, con grandes expansiones de tierra imaginaria, vastos oceanos imaginarios, abundante vegetación imaginaria, maravillosas creaturas imasginarias, imponentes ciudades imaginarias llenas de gente imaginaria y personajes imaginarios que vivían sus vidas imaginarias, había también personajes imaginarios, que sus vidas eran algo que había que contar. Erase una vez un escritor que decidió plasmar sus imaginarias vidas. Erase una vez un artefacto llamado "libro" que encerraba todo el "mundo imaginario" con sus tierras, aguas, plantas, seres vivientes, ciudades, gente y personajes en unas cuantas hojas de papel. Pero erase una vez un ocioso imaginario, que quiso crear un "mundo" distinto a su mundo imaginario, así que tomo unas hojas imaginarias, sacó su lápiz imaginario y comenzar con "Erase una vez una masa sin nombre y sin forma..."
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